31/8/13

"Modulando"

Ayer me di cuenta de que he dejado de escribir, que ya no tengo más lápices y se me ha perdido el papel; me pregunté por qué, rápidamente la respuesta se disparó como flecha a mis venas. Mis historias tristes se habían terminado, la nube gris que me acompañaba como sombra, se esfumó, pero si ya no habían más razones tristes para escribir, por qué no inspirarme de las nuevas alegrías que gritaban a mis ojos.
No sé, no estaba en mí, no está en mí.
Y qué hay de mi alegría, tengo suficientes sonrisas como para vivir una vida entera, pero tengo media vida, y me divide las sonrisas, entonces estoy viviendo a medias(?)

Me estoy ahogando en un vaso por la mitad, medio lleno de lunas, medio vacio de soles. Me estoy moviendo entre acordes menores, melancólicos y tristes, con la sensible esperando una tónica para resolver las tensiones que rompen las cerdas de mi arco. Ella ha estado ahí siempre, pero a veces, no son las respuestas las que me atrapan, si no las preguntas, porque siempre cambian, y con ellas mis tonalidades.
Cuando estas aquí, resuenan coloridos acordes mayores, pero como un puñado de aguijones, vuelve la tristeza, con silencios interminables que hablan y hablan y me dejan sordo. No sé si es que ya no escucho bien, o si es que el sonido se está quedando mudo.
No es que no me contagies tu alegría, es que me falta media vida para regalarte todas mis sonrisas.
Yo quiero escribir mis alegrías, darte el crédito por tus revoluciones en mi pecho, pero no puedo.
No está en mí,  nunca estuvo en mí.