6/11/12

"Balas mentales"

Unas veces si, otras no tanto... tengo miedo, no sé si puedo volver a darlo todo por alguien, no sé si puedo quedar vacío de nuevo. Me ha costado reconstruir cada parte de mí que se rompió, y ahora estoy dándote mi fragilidad.
Brindándote mi voz, mi aire, mi luz.
No sé cómo afrontar el hecho de dar a alguien el poder de destruirme con una sola palabra, con una sola acción.
No sé qué hacer, no sé si creerme a mí misma mis falsas especulaciones o si tragar grueso y digerir mis confusiones. Si seguir con la felicidad que he conseguido en ti, con la alegría que me ha brindando tu sonrisa.
Aunque pequeña, existe la posibilidad de que nada de esto sea real, y no sabría como soportar otro duro golpe contra la cruel realidad. 
Tengo miedo, porque te creo, porque confío en la sinceridad de tus gestos, porque cada palabra que emite tu boca me es real. Pero las dudas me atraviesan la cabeza como balas atravesando mi cráneo.
Estas lágrimas que caen sobre mi almohada no son lágrimas de dolor, mucho menos de tristeza, sólo es el miedo que corroe mis venas, que me deja sin aliento. Ese miedo que me causa la estruendosa voz de mis pensamientos, los chillidos ensordedores de esta máquina que aún desgastada no quiere dejar de funcionar.
Y tengo miedo, porque te quiero, porque quiero ser tu felicidad, porque eres la mía, y porque quizá, algún día, tú también te vayas.

Necesito aprender a callarme la mente.