13/2/12

"Una sonata para piano estaría bien..."

Debo aprender a aceptarme.
 Odio este cuerpo que sólo acumula polvo. 

Odio esta voz que no habla, que no canta. 
Odio estos ojos que hablan de más.
Odio el cabello que cae en mis hombros. 
Odio las frías agujas que caen en la almohada. 
Tristemente me odio a mi mismo.
 Por apariencias, por confusión. Es que conozco tanto que me olvidé de lo más importante, conocerme. Y ya no sé ni dónde estoy... cómo llegué aquí.

Pasa que respiro tanto que comienzo a asfixiarme. Y te miro -me miro-, el espejo me enseña una cosa y mis manos me muestran otra. Un juego de imágenes falsas, un rompe cabezas de mil piezas y no sé por cuál empezar. Literalmente, rompe mi cabeza.
Quiero apagar esta música que estremece mis oídos, cambiarla por una acorde a mi situación. Tal vez una sonata me venga bien. Suave, sincera, correcta, una de piano estaría bien. Quizá me ayude apagar estos sentidos que me van a enloquecer.
 Melancolía, nostalgia dulce y abrumante que invade mi cuerpo y el espíritu que cada vez se aleja más y más.

Estas terribles ganas que no me dejan olvidarme de como volar. Y es que mis alas ya están cansadas, ya es hora de volver a caminar. Está bien, porque odio mis alas, porque tristemente me odio a mi mismo.